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Dos detenidos por herir con arma blanca a un hombre en la calle Juan XXIII de Cáceres
La carcasa protectora de la cámara se ha fundido por el fuego. / J.V. ARNELAS
Cortando los cables, robando él dispositivo, a golpes de maza y ahora prendiéndole fuego. Las cámaras de seguridad del Casco Antiguo aún no han cumplido un mes en marcha y ya acumulan cuatro ataques. El último ha tenido lugar este lunes de madrugada. La cámara instalada en el cruce de las calles Brocense y San Lorenzo ha sido dañada, parte de la carcasa protectora se ha fundido.
La esquina de Brocense con San Lorenzo es uno de los puntos más conflictivos del Casco Antiguo. Recientemente la Policía Local clausuró un fumadero que se había instalado a unos metros y hay un trasiego constante de drogodependientes en la zona.
Por el momento, solo uno de los responsables de los ataques contra las cámaras ha sido detenido. La Policía Nacional localizó al hombre que golpeó uno de los dispositivos con una maza porque se pudo ver su imagen al atacar.
Las personas que cortaron los cables de las cámaras de Bravo Murillo y robaron otra en Concepción Arenal no han sido identificados. En el segundo caso treparon por los tejados para coger el dispositivo sin que fueran grabadas.
Las cámaras de seguridad han tenido más protagonismo en su primer mes de funcionamiento. Captaron parte del incidente por el que un hombre fue detenido por supuestamente encañonar con un arma al superintendente de la Policía Local de Badajoz.
En total se instalaron nueve cámaras que entraron en funcionamiento el 21 de abril pasado y cuatro de ellas han sido atacadas.