Era junio de 2014, después de celebrar el Día del Padre, cuando recibieron una llamada a las 4:00 de la madrugada los Bomberos de Aragua solicitando apoyo por una colisión vehicular con un colectivo. Como Bomberos de Caracas acudieron al lugar y al llegar escuchó que alguien le dijo: “¡Guaro, ayúdame!”. Para su sorpresa eran seis de sus compañeros, uno falleció y los otros se salvaron porque llegaron a tiempo.

Ese es uno de los miles de casos que el capitán Mauricio Rodríguez recuerda ha atendido la Brigada de Restablecimiento de Vías Ángeles de la Autopista, ubicada en el distribuidor vial de Altamira en la ciudad capital.

El grupo mejor conocido como Ángeles de la Autopista se fundó el 8 de noviembre de 2013 para ofrecer protección y servicio médico en los más de 600 kilómetros de arterias viales en la Gran Caracas.

Rodríguez es el jefe de operaciones de la brigada para quien la atención psicológica es recomendación fundamental para superar situaciones impactantes dentro de su labor.

El también bombero de Caracas confesó que los casos más difíciles de superar son los que implican niños, mujeres embarazadas y ancianos. “En 2006 acudí a un caso de deslizamiento de tierra con saldo de una casa tapiada, mientras retiraba la tierra salió una manito que enseguida se abrió y había un carrito de bomberos en su palma. Logré sacar al niño y después de los primeros auxilios, desafortunadamente era tarde para él”, recordó.

Los Ángeles de la Autopista, ente adscrito al Ministerio del Transporte, se encuentran en permanente patrullaje en la avenida Boyacá, así como en las autopistas Gran Cacique Guaicaipuro, Gran Mariscal de Ayacucho, eje Petare- Guarenas, Regional del Centro, Panamericana y Prados del Este.

“Nuestro proyecto inicialmente fue llamado Paramédicos de la Autopista, pero el trabajo comenzó a proyectarse en redes sociales y la gente se fue enterando de lo que hacíamos, así como las comunidades cercanas a las autopistas, por lo que comenzaron a llamarnos los Ángeles de la Autopista, y así nos conocen”, relató el capitán, quien tiene 27 años de experiencia como socorrista.

Unos 140 paramédicos y 80 voluntarios conforman el equipo presto para restablecer el orden en las vías y atender emergencias en la zona este que abarca desde Plaza Venezuela y la zona sur con sede principal en La Pirámide de la concurrida autopista Valle – Coche.

Cada integrante de Los Ángeles cumple con roles de guardia de 24 horas con 96 de descanso, y entre los profesionales se encuentran: paramédicos motorizados, rescatistas, buzos, escaladores, paracaidistas, bomberos y personal de Protección Civil.

También cuentan con personal técnico en materiales peligrosos que son indispensables para atender accidentes con vehículos de carga que contienen material peligroso o agentes químicos que pueden ocasionar daños a las personas.

En el caso del paramédico motorizado, Rodríguez detalló que se trata de un actor fundamental porque es quien da respuesta inmediata a la emergencia, es una unidad de avance rápido que llega al procedimiento e indica a la central lo que está pasando para saber cuáles recursos deben ser enviados al sitio.

Además, tienen un equipo de ambulancia destinado directamente a lo prehospitalario con una auxiliar, un paramédico y un operador, y generalmente se usa en los accidentes más comunes como las colisiones con vehículos motorizados.

Cuando se trata de colisiones que involucran un colectivo o vehículos de carga, los paramédicos acuden a la unidad móvil Uranio I. “Es una unidad de atención a saldo masivo de lesionados con capacidad para atender a 14 personas en tres espacios; uno para pacientes críticos, leves y moderados”, contó el jefe de Operaciones.

Detalló que para la Uranio I hay un personal capacitado en emergencia prehospitalaria o enfermeros, quienes disponen de siete asientos, cuatro camillas, collarines, bombas de achique y una planta de corte y separación de vehículos, entre otras herramientas de trabajo vital.

En total, son seis unidades motorizadas, dos ambulancias, una de rescate, una para atención de saldos masivos de lesionados y una multipropósito de rescate y auxilio vial, dispuestos para los Ángeles de la Autopista.

“Esto es un trabajo de vocación y amor al servicio de los demás, porque no se trata de tener un uniforme y agarrar una moto para rodar, es toda una responsabilidad y saber lo que tienes que hacer, lo que estás haciendo; porque de eso depende la vida de una persona y si lo haces mal, pierdes una vida y hasta cárcel se puede pagar”, resaltó.

Vestida con su uniforme de camisa gris, chaleco rojo, pantalón azul marino, botas de seguridad y unas hermosas trenzas que se desprenden de su cabello, la paramédico Johalis Muñoz, con una presencia a primera vista imponente, transmite calma y serenidad mientras narra cómo salvó la vida a una mujer de 50 años.

“Hace poco recibimos el llamado de un accidente en el distribuidor Altamira, una señora de 50 años se volcó en su vehículo, y entró en paro cardiorrespiratorio, realizamos un RCP (reanimación cardiopulmonar), y la entregamos viva en el hospital al cual llegó con traumatismos craneoencefálico severo, un traumatismo torácico que le había lesionado unos de los pulmones y una fractura de pelvis”, recordó.

Actualmente, la señora ha recuperado poco a poco sus actividades motoras, y tanto ella como sus familiares, mantienen contacto con los paramédicos. “Mantenemos el control de la escena en todo momento y control de nuestros actos”, reiteró Muñoz, quien recomendó a sus similares mantenerse actualizados en los protocolos para dar atención oportuna a los pacientes.

Luis José Cortés es un joven conductor paramédico desde hace cuatro años en la parte prehospitalaria y tiene cuatro meses en la brigada como voluntario. “La experiencia es bonita al momento de la atención uno lo hace con cariño y vocación, porque nos gusta ayudar. No se debe esperar nada a cambio, en la calle lo que más nos llena es ver que las personas están bien y siempre estamos al pendiente de qué ocurrió con los pacientes y si no sabemos más nada quedamos con la satisfacción que hicimos bien las cosas”, afirmó.

Ángeles de la Autopista, una vez que asisten a sus pacientes en la vía, quienes necesiten atención hospitalaria son llevados hacia centros como el hospital Domingo Luciani, y al hospital general Miguel Pérez Carreño. De igual forma, trabajan de la mano con los Bomberos Forestales de Caracas, Protección Civil, Salud Chacao y los servicios de emergencia de la Gran Caracas. La brigada recibe donaciones mediante redes sociales donde gozan de gran receptividad en cuentas de instagram y twitter como @paramedicosmtt.

“Muchos colaboran con nosotros y nos aportan material muy necesario como guantes, apósitos, vendas, es lo que más utilizamos en el día a día y es escaso”, agradeció Mauricio Rodríguez.

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